Un análisis de un grupo de expertos en pesquería de atún tropical de España y Centroamérica ha constatado el impacto negativo que están teniendo sobre la flota de cerco las medidas adoptadas de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), a su juicio, draconianas y demasiado conservadoras. Según el documento, la flota cerquera ha visto reducido notablemente su número de buques y su capacidad y esfuerzo pesqueros, e incide en la necesidad de que ICCAT enfoque sus esfuerzos en aplicar medidas en línea con las recomendaciones científicas y el estado de las poblaciones de túnidos tropicales y las pesquerías.

Este documento, que es fruto de la colaboración que OPAGAC/AGAC[1] mantiene con la Organización del Sector Pesquero y Acuícola del Istmo Centroamericano (OSPESCA), analiza el impacto de las medidas de ICCAT sobre la actividad de la flota de cerco y sus capturas. Para ello, toma como referencia la actividad de una veintena de buques cerqueros en el Atlántico, durante el período 2016-2022.

Cabe recordar que, en 2019, ICCAT estableció un programa de recuperación a 15 años (2020-2034) para el patudo, en línea con las recomendaciones científicas. Con el objetivo de garantizar su recuperación en el menor plazo de tiempo y con una alta probabilidad, estableció un TAC de 62.500 y 61.500 toneladas, acompañados de períodos de veda a la pesca con dispositivos concentradores de peces (FAD, por sus siglas en inglés) de dos y tres meses, aplicables en 2020 y 2021, respectivamente. Estas medidas fueron prorrogadas para 2022 y 2023, adoptándose un TAC y periodo de veda intermedios, de 62.000 toneladas y 72 días, respectivamente. Según OPAGAC, dichas medidas no respondían al consejo científico más reciente emitido por el Comité Científico, que señalaba una mejoría significativa del stock, ni a los niveles de captura recientes, muy por debajo del TAC establecido por ICCAT (58.000 toneladas en 2020 y 45.500 en 2021).

El cumplimiento de estas medidas, señalan los expertos, se ha traducido en una reducción del 40 % de las capturas declaradas por los cerqueros analizados en 2021 respecto a 2018, año de inicio de su tendencia descendente. A ello se añade que, de las 8.344 toneladas de patudo asignadas anualmente como límite de captura a los buques analizados, éstos sólo pescaron el 84 % y el 58 % en 2020 y 2021, respectivamente.

Los expertos señalan también que el número de cerqueros se redujo un 13 % entre los años 2021 y 2022 y el nivel estimado de su capacidad activa registró una disminución del 32 %, frente a los niveles máximos estimados para 2020. Por tanto, apunta el informe de los expertos, las capturas de los próximos años podrían reducirse aún más, en consonancia con las caídas estimadas de la capacidad pesquera.

En relación con el uso de FAD por parte de esta flota, el documento destaca que el número de lances con estos dispositivos ha mostrado una tendencia a la baja desde 2017, siendo un 30 % inferior en 2021 al de ese año; por el contrario, el número de lances en bancos libres aumentó entre 2016 y 2018 y se ha mantenido estable desde entonces.

Respaldo a la labor de las ORP

A la luz de estos resultados, la flota agrupada en OPAGAC/AGAC reitera su confianza en las Organizaciones Regionales de Pesca (ORP) como los instrumentos óptimos para gestionar las poblaciones de peces transzonales y altamente migratorias, como es el caso del atún tropical, y la importancia de su fortalecimiento para la conservación de stocks como el del patudo en el Atlántico.

En este sentido, la flota celebra el reciente Acuerdo de Naciones Unidas sobre conservación y el uso sostenible de la biodiversidad más allá de la jurisdicción nacional (BBNJ en sus siglas en inglés), que no invade las competencias de las ORP en la gestión de los recursos pesqueros y flotas bajo su mandato.

[1] Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (OPAGAC) / Asociación de Grandes Atuneros Congeladores (AGAC).