El atún en conserva es un alimento habitual en la dieta del 100% de los jóvenes universitarios de nuestro país que declaran consumirlo entre una y tres veces por semana, según desvela una encuesta realizada por la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (OPAGAC) entre más de 1.000 estudiantes. Igualmente, la encuesta evidencia una creciente sensibilidad hacia el origen sostenible del producto, tanto desde el punto de vista medioambiental como de los derechos laborales de los profesionales que lo capturan y procesan. De hecho, el 24% de ellos declara tener ya en cuenta este factor en su compra.

La encuesta de OPAGAC se ha desarrollado durante la campaña ‘Girando con APR’ puesta en marcha para dar a conocer el sello Atún de Pesca Responsable (APR) con el que se distingue su flota y fomentar el consumo responsable de atún que este distintivo garantiza entre este colectivo. Cabe señalar que, en 2022, los españoles consumieron 27 millones de latas de atún y 1.250 toneladas de preparados de esta especie certificados con el sello APR, el primero a escala mundial en asegurar no sólo los derechos laborales de los trabajadores de la pesca y la transformación, sino también las mejores condiciones de salud y seguridad a bordo, lo que le valió a OPAGAC el Premio ‘Alimentos de España 2020’ del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

En el ámbito pesquero, el certificado asegura el control de la actividad, las buenas prácticas a bordo de los buques para una pesca responsable, el control marítimo y sanitario y el cumplimiento de condiciones sociales y de seguridad en el trabajo conforme al Convenio 188 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La campaña ‘Girando con APR’ ha recorrido durante un mes los campus universitarios de Vigo, Vizcaya y Salamanca, y en ella han colaborado OPAGAC y las marcas adheridas al sello APR, Isabel, Campos y Atunlo, con la financiación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Unión Europea.

Según Julio Morón, director gerente de OPAGAC, “es realmente gratificante que las nuevas generaciones de consumidores comiencen a ser conscientes de que, tras una simple lata de atún, el producto pesquero más consumido del mundo, puede haber buques que operan sin ningún control ni respeto por la sostenibilidad de las poblaciones de túnidos o que violan de forma flagrante los derechos más básicos de sus tripulantes. Con el sello APR -continúa Morón- pretendemos lanzar el mensaje de que esto es inadmisible y ofrecer a quienes tienen la llave definitiva de la transformación, distribuidores y consumidores, la opción de apostar por ella y arrinconar así cualquier práctica de pesca irresponsable”.