El 85% de las capturas de las principales especies comerciales de atún en el mundo proviene de poblaciones saludables, según el último estudio anual hecho público por la Fundación Internacional para la Sostenibilidad de los Productos del Mar (ISSF, por sus siglas en inglés), y referido al año 2022. Según el estudio, el 4% de ellas procede de poblaciones en niveles medios y un 11% de poblaciones en situación de sobreexplotación.

Igualmente, señala el informe de ISSF, la mayor parte de las capturas proviene de pesquerías de países miembros de Organizaciones Regionales de Pesca (ORP) con niveles de monitoreo y control adecuados. El informe también identifica una serie de lagunas en la evaluación de impactos de algunas pesquerías dirigidas a túnidos sobre especies accesorias que, según señala, “en su mayoría, sería atribuible a las pesquerías de palangre y redes de deriva”.

Por lo que se refiere a la cantidad de especies saludables de las analizadas en el estudio (patudo, rabil, listado, atún blanco y rojo), el informe de ISSF señala que se sigue manteniendo por encima del 60% y un año más el de las sobrexplotadas se mantiene por debajo del 20%. El informe también apunta que durante 2022 las capturas ascendieron a 4,8 millones de toneladas, representando el listado y el rabil alrededor del 90% de las totales. En cuanto a los métodos de captura de las especies, según el informe, el cerco se mantiene como el arte más extendido, al ser usado para el 66% de las capturas, porcentaje similar al de 2021.

El estudio anual de ISSF utiliza los resultados de las evaluaciones científicas más recientes sobre las poblaciones de atún y las medidas de gestión adoptadas por las ORP. El informe asigna un color a cada población dependiendo de su estado, utilizando una metodología que tiene en cuenta tres factores: la abundancia, la gestión y el impacto ambiental. El documento presenta un análisis completo de las poblaciones, y una evaluación de su sostenibilidad en relación con los criterios del Marine Stewardship Council (MSC).

El estudio ha presentado datos de gran importancia para la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (OPAGAC) que ha expresado su compromiso con la garantía de la pesca responsable y la sostenibilidad de la pesquería de atún tropical.

Según Julio Morón, director gerente de OPAGAC, “la evaluación de ISSF demuestra que el establecimiento por parte de las ORP de medidas de gestión basadas en las recomendaciones científicas en combinación con iniciativas voluntarias de conservación de los stocks de flotas como la nuestra permite alcanzar unos niveles de sostenibilidad biológica del atún tropical aceptables para seguir proveyendo un alimento esencial y saludable a la población mundial. En este sentido, cabe recordar –finaliza Morón- que las especies de atún representan más del 8% de los productos del mar que se comercializan en el globo, según la FAO”.