Las Organizaciones Regionales de Pesca (ORP), encargadas de gestionar las pesquerías del Indico, Atlántico y Pacífico Oriental, se reúnen desde el pasado 19 hasta el 21 próximo, para evaluar los impactos de la pesca con FAD a nivel global. Durante esta reunión, los participantes tendrán la oportunidad de conocer, de primera mano, el modelo de gestión de pesca con FAD (Dispositivos Agregadores de Peces) de la flota atunera española, así como las últimas innovaciones introducidas en el desarrollo de estos dispositivos. Las ORP, conscientes de la importancia de la pesca con FAD en los tres océanos y su contribución a la seguridad alimentaria, buscan durante estos días un modelo de gestión de FAD, y el modelo promovido por OPAGAC podría ser el referente.

La reunión, impulsada por la Dirección General de Pesca de la Comisión Europea (DG Mare) y el programa de FAO ABNJ; y organizada por ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico), tiene como objetivo estudiar las posibilidades para armonizar el modelo de gestión de FAD en las áreas geográficas que regulan. A la reunión han asistido, además de ICCAT, las ORP más importantes con competencia en la gestión de túnidos, estando representadas la Comisión de Túnidos del Océano (CTOI) y la CIAT (Comisión Interamericana de Atún Tropical), con participación de más de 30 países, representantes de ONGs, así como la flota atunera española agrupada en OPAGAC.

Primera boya con clasificación de especies del mundo

Durante la reunión también se ha mostrado la primera boya con clasificación de especies y tamaños, desarrollada por la empresa española Satlink. El nuevo dispositivo, gracias a la incorporación de dos sondas, permite determinar no solo la biomasa y el tamaño de los ejemplares agrupados en los bancos de atún tropical, sino también su composición por especies, lo que se traduce en un elemento selectivo puntero para el cumplimiento de las cuotas que establecen las ORP. De hecho, estas nuevas boyas serán fundamentales en la actividad de la flota atunera española en el océano Índico, donde la CTOI ha fijado una reducción del 15% de las capturas de yellowfin o atún de aleta amarilla (Thunnus albacares).

Cabe recordar que OPAGAC también lidera el desarrollo de Dispositivos Agregadores de Peces (FAD) no enmallantes y biodegradables para reducir al máximo las capturas accesorias y su potencial impacto negativo en los océanos.

Durante el encuentro inter-ORP, la flota atunera española ha insistido en que la sostenibilidad de las pesquerías de atún tropical debe tener en cuenta la gestión de FAD, pero ha de considerar también otros aspectos tales como el control de otras pesquerías o los trasbordos en el alta mar -cuya prohibición demanda desde hace años-, y siempre bajo una perspectiva de gestión de la capacidad.

Según el gerente de OPAGAC, Julio Morón, “los FAD son un elemento más de la gestión de la pesquería de atún tropical y, por supuesto, su gestión es fundamental y requiere de un estándar homogéneo para las diferentes ORP; sin embargo, no puede ser el único elemento objeto de gestión ya que se corre el riesgo de que la aplicación de medidas exclusivas para la reducción de las capturas con FAD conduzca a un aumento del esfuerzo de otros tipos de pesca con el consiguiente riesgo para las especies”.

OPAGAC invierte un 20% de su presupuesto en I+D aplicado a la mejora de la selectividad de su actividad pesquera para cumplir las obligaciones establecidas sobre la gestión de FAD por las ORP y se distingue, además, por haber puesto en marcha de manera voluntaria iniciativas encaminadas a promover la sostenibilidad de los recursos que explota en base a un Código de Buenas Prácticas cuyos requerimientos van, en muchos casos, más allá de las normas fijadas por las propias ORP.

Este Código de Buenas Prácticas incluye instrucciones de diseño de FAD, para que no sean enmallantes y así reducir al máximo las capturas accesorias que, en caso de producirse, se atajan en base a una serie de protocolos de liberación. El Código contempla, además, acciones de formación de observadores a bordo en países costeros, para garantizar el cumplimiento de estas prácticas y facilitar la verificación de su cumplimiento por parte de organismos independientes, tales como el centro tecnológico experto en investigación marina y alimentaria AZTI.