La flota atunera española agrupada en OPAGAC cree que la 26 reunión ordinaria de ICCAT[1], que se celebrará en Palma de Mallorca entre los próximos días 18 y 25 de noviembre, se enfrenta este año al gran reto de decidir una fórmula de gestión eficaz de las pesquerías de atún tropical y, en especial, de la del denominado patudo (Thunnus obesus). Según Julio Morón, director gerente de OPAGAC, “ICCAT debe coger las riendas y proponer un sistema de gestión eficaz, que no dependa de controles de captura, considerados deficientes por muchos de sus miembros”.
Según OPAGAC, el hecho de que el patudo, junto al rabil (Thunnus albacares) y el listado (Katsuwonus pelamis), sean capturados por un gran número de países y comercializados en un mercado internacional muy heterogéneo, dificulta su gestión. Esta realidad ha aumentado, a juicio de OPAGAC, los problemas de muchas partes de ICCAT para controlar las capturas de sus flotas, con el consiguiente deterioro de la calidad de las estadísticas. En concreto, la flota señala, entre los signos de este deterioro, la falta de control de las capturas por parte de algunos miembros sujetos a cuotas, un posible aumento de los descartes, raramente declarados, en el caso de las flotas de palangre asiático sujetas a cuotas, y, por último, un aumento sustancial de las capturas de algunos países no sujetos a regulación, con la finalidad de reclamar futuros derechos.
A este respecto, cabe recordar que ICCAT, de la que forman parte 52 países, lleva estableciendo un límite de capturas para el patudo desde hace más de cinco años, pero la medida no ha impedido que las capturas aumenten muy por encima de los niveles adoptados, a causa de su ineficacia y la complejidad del sistema de control.
La próxima reunión de ICCAT plantea mantener el actual sistema de gestión, pero hacerlo más inclusivo. Para OPAGAC esta es una postura lógica que, no obstante, puede tener unas consecuencias nefastas para las flotas europeas en cuanto a reducción de cuota. Así, y en el caso de España, la cuota de patudo podría reducirse a la mitad de lo que representaba originalmente, en sólo cuatro años.
Para Julio Morón, “si la pesquería se reparte entre más flotas, todas tocan a menos, pero creemos que no es justo que una flota como la española, con un sistema rígido de control y demostrado cumplimiento, tenga que afrontar una reducción que puede llegar al 30% para satisfacer las necesidades de otros miembros que han sobrepasado sus cuotas o pescado indiscriminadamente en años de vigencia de los TAC”.
A este respecto, OPAGAC señala que ICCAT ha identificado deficiencias en la gestión de las pesquerías de varios de sus miembros, en particular en lo que respecta al control de capturas, así como casos de repetido incumplimiento de las medidas de gestión, en particular de las cuotas. En contra de lo esperado, señala la flota española, esto no ha impedido la realización de concesiones a estos miembros en términos de asignación de cuotas o privilegios especiales, como, por ejemplo, transferencias de capacidad. Además, OPAGAC califica de inaudito que, a fecha de hoy, ICCAT no conozca el número de buques que pescan en sus aguas debido a que algunos de sus miembros no facilitan esta información.
Es más fácil controlar barcos que capturas
A partir de esta situación, OPAGAC lleva tiempo promoviendo la gestión basada en el esfuerzo pesquero como la opción más eficaz para cumplir con los objetivos de una gestión integral de los cuatro stocks de túnidos tropicales. Para la flota, no hay duda de que “es más fácil contar barcos que peces” fundamentalmente porque, hoy en día, el uso de nuevas tecnologías, como el control a través de satélites, permite controlar si un buque está operando o no; una fórmula mucho más eficaz que la de “esperar que las estadísticas de capturas de algunas flotas cuadren con los límites establecidos”.
Para OPAGAC, sólo mediante este enfoque y el control de la capacidad de flota, será posible asegurar la recuperación del patudo y mantener el buen estado del resto de las especies (rabil y listado) que captura la flota. No obstante, según Morón, “esta iniciativa no parece tener mucha tracción en ICCAT debido a que algunos de sus miembros prefieren mantener el sistema de TAC y cuotas, no aprendiendo ni de los errores del pasado ni de la experiencia de otros organismos, como la Comisión Interamericana del Atún Tropical, que lleva años utilizando este sistema de modo eficaz”.
Por último, OPAGAC confía en que “ante esta falta de sensibilidad política”, sí existan miembros de ICCAT que busquen revivir los éxitos ya cosechados por esta ORP, tales como el del atún rojo, el pez espada o el bonito del norte, y propongan un cambio radical en el sistema de gestión hacia controles del esfuerzo pesquero, y poder plantear así un programa plurianual de recuperación del patudo que, además, ayudaría a mantener el buen estado de las poblaciones de rabil y listado del Atlántico.
[1] Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico